Carlos Marcelo Corni benefactor del Colegio de La Compañía de Jesús - Año 1620
Carlos Marcelo Corni benefactor del Colegio de La Compañía de Jesús
Miguel
Adolfo Vega Cárdenas
Existe en
Trujillo, en uno de los solares de nuestra plaza mayor, la Iglesia y Claustro
del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús.
No fue fácil para los religiosos de la Compañía de Jesús establecer su
santo ministerio en nuestra ciudad. El celo de las órdenes religiosas establecidas
tempranamente, sobre todo de los "curas de la catedral", postergaron
por mucho tiempo su llegada. Esto sucedía en la segunda década del siglo XVII.
El único motivo real sustentado por los curas de la catedral fue el
de los diezmos y su repartición.
La llegada del obispo de Trujillo Carlos Marcelo Corni en 1621,
trajo esperanzas a estos religiosos que encontraron en el nuevo obispo a
un benefactor decidido a gestionar ante el Rey de España, su venida a
Trujillo. El Obispo consiguió la autorización Real.
La gestión realizada por Carlos Marcelo Corni ante el Rey y su pronta
aprobación dicen mucho de la consideración y reconocimiento de la Corona hacia
el esforzado religioso nacido en "Truxillo del Perú" y sobre todo de
su gran capacidad económica.
A los nuevos religiosos, Corni les consiguió sitio preferencial en plena
plaza mayor de la ciudad, magnifica ubicación que las otras órdenes religiosas
no gozaron. Para ello el Obispo adquirió la casa y solar de Antonio de Urraco
"El viejo" quién paso a edificar su nueva vivienda en el lugar que
hoy ocupa el edificio de la Municipalidad.
Establecida la nueva orden jesuita en Trujillo, el Obispo les dono su
hacienda e ingenio azucarero de Gazñape del valle de Chicama, para que con sus
productos "edifique la
iglesia del dicho Colegio y después ayude a la congrua sustentación de los
religiosos", según menciona el documento.
Además, con la donación de la estancia serrana de Yagón hecha por don
Juan de Avendaño, los jesuitas establecidos en Trujillo gozaron de rentas
suficientes.
Muchas y muy valiosas fueron las gestiones de este Obispo trujillano a
favor de su diócesis y entre ellas la fundación del Colegio Seminario de San
Carlos y San Marcelo.
Se transcribe el encabezamiento y dos de sus cláusulas más importantes
del documento de donación de la hacienda e ingenio de Gazñape realizado por el
Obispo Carlos Marcelo Corni a los religiosos Ignacianos. Documento original
existente en el Archivo Regional de La Libertad correspondiente al legajo 56,
folio 419.
Donación del ingenio de Gazñape, el Sr obispo de la ciudad al Colegio de
la Compañía de Jesús
(28 de setiembre de 1629)
El Sr. Carlos Marcelo Corni obispo de la
ciudad de Truxillo del Consejo de su Majestad trajo y ayudo a la fundación
de esta santa religión y por las tales causas haré al dicho Colegio de la
Compañía de Jesús gracia y donación, buena, pura, perfecta, irrevocable que el
derecho llama intervivos, el ingenio y tierras de Gazñape que está en el valle
de Chicama con 37 piezas de esclavos, según lo hubo y compró su señoría del
tesorero Martínez de Escobar, que costó a su señoría 42,000
pesos de a ocho reales y por
tal se la da al dicho Colegio y padre Gabriel Cerrato rector de ella, con las
condiciones y declaraciones siguientes:
2da. Y con la condición que el valor de los dichos frutos que la dicha
hacienda rentare y valieren, según el estado que hoy tiene y como fuere
creciendo se ha de sacar la mitad de lo que quede líquido después de los dichos
gastos y expensas para las obras y efectos que en esta escritura irán declarado
y la otra mitad hade ser para el dicho Colegio de la Compañía de
Jesús, para que la dicha mitad mientras fuere necesario se haga y edifique la
iglesia del dicho Colegio y después ayude a la congrua sustentación de los
religiosos.
8va. Y con
condición y calidad que por haber sido bienhechor de la dicha Compañía, su
señoría en haberle traído a ésta ciudad y obispado y dándole sitio
competente y fundo para edificar la iglesia y [ilegible] del
dicho Colegio en la mejor de esta ciudad , y por haber sido eficaz medianero
con el General Juan de Avendaño para la donación que hizo al dicho Colegio de
la estancia de Yagón para sustento como es notorio y el dicho general Juan de
Avendaño lo decía de ordinario por respeto y persuasión de su señoría le había
al dicho y por haberse escrito oportunamente a su Majestad informándole lo útil
de su fundación es esta ciudad y obispado y allanando las dificultades que se
ofrecieron desistiendo por su parte y asiendo desistir a los prebendados de la
catedral de esta ciudad de la contradicción que habían hecho por razón de los
diezmos para que su Majestad les negare la licencia para fundar, como se
denegó por mucho tiempo hasta que se allanó mediante la diligencia de su
señoría = Se han de obligar los dichos padres de hacerle participante de
las misas, sufragios y demás cosas de que suelen gozar los demás insignes
bienhechores de dicha compañía = Y porque en recompensa y agradecimiento de los
dichos beneficios y de los demás que esperan recibir, los dichos padre han
ofrecido a su señoría ilustrísima, entierro en la iglesia del colegio, es
condición que si su señoría fuere servido de enterrarse en ella, se le hade dar
entierro y sepultura a el lado del evangelio junto al altar mayor, haciendo su
arco especial para esto con escudo de las armas de su señoría, arriba, según la
autoridad que a tal príncipe se debe, dejando a la disposición y voluntad de su
señoría lo adorne como fuera servido según su libre voluntad y en ningún
día ni fiesta principal si no fuere forzoso al tiempo de semana santa, para el
monumento, solamente se cubrirá el dicho sepulcro, sino se tendrá siempre
patente con el respeto debido.
[...]Fecho es esta ciudad de
Trujillo del Perú en veinte y ocho días del mes de setiembre de un mil y
seiscientos veinte y nueve días [...]
Obispo de Trujillo
Gabriel Cerrato
Hoy el
claustro y la Iglesia en la plaza mayor, es todo lo que queda del antiguo
Colegio de la Compañía de Jesús, en manos y bajo la responsabilidad de la
Universidad Nacional de Trujillo.
Comentarios
Publicar un comentario